Garras de león, piñanonas, costillas de adán, cunas de Moisés, anturios, entre otras, forman parte de una familia llamada Araceae y la mayoría son de origen tropical.
Son plantas de hermosos follajes que, sin embargo, son tóxicas al ser masticadas o ingeridas, por lo que es mejor evitarlas si se tiene niños y/o mascotas o bien, colocarlas fuera de su alcance.
A las aráceas les gusta los sustratos ricos en materia orgánica, por lo que la tierra para macetas que comúnmente se vende en México (tierra negra más hojarasca de roble/encino), es ideal.
Al venir de zonas con alta humedad, es necesario que el sustrato esté húmedo, pero no anegado, y rociar entre riegos. Son perfectas para colocar en baños.
Prefieren áreas con alta luminosidad, pero no sol directo, y soportan algo de sombra.
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